Delirios filosoficos Parte 1: cosas sobre conocimiento.

 

 “Los maestros que usan calificaciones y el miedo al fracaso moldean los cerebros de los jóvenes hasta que pierden cada onza de imaginación que alguna vez pudieron poseer”. Paul Feyerabend "supuestamente"


Bajo el prisma de la ciencia, la humanidad a seguido avanzando sobre los pilares del saber, pero a llegado un punto en que los miembros de esta gran colonia llamada humanidad no han adquirido el conocimiento a base del razonamiento y la reflexión, son muy pocos estudiantes que hacen esto y menos los que atraviesan ese techo de cristal intelectual puesto por la misma ciencia que está en pro de los intereses demarcados por una agenda política, aunque lo que conocemos de ciencia es simplemente un burdo disfraz lleno de sesgos actuando en un gran teatro, la ciencia se mueve mediante hilos juzgadores a medida que los actos se repiten en un eterno retorno. Pero la ciencia  real no existe, sino es el fenómeno, la consecuencia de actuar de cierta forma metodológica, bajo esta perspectiva podemos decir que es un concepto que cobra vida cuando tenemos que categorizar los saberes y disciplinas, por ello y no obstante le han dado demasiada importancia a limitar la ciencia divulgativa a ciertos axiomas, creo que la divulgación es un escaparate ideal donde la ciencia es un cuerpo tangible que sigue ciertos pasos generalistas llamado método científico, un método universal e inmodificable que opera como unos engranajes; autónomos y en perfecta sincronía.

Aunque suene extraño, el caos es el mejor clasificador de ideas que hay, hasta hay metodologías estocasticas para generar ideas, tales como el conocido brainstorming, el pensamiento lateral o fuera de la caja, pero estos modelos usan una variable de aleatoriedad, hace que un sistema tenga inputs aleatorios y así operar nuevas formas de pensamiento. A  Quien se le ocurre revolver unos huevos en una salten y echarle patata; lo de la cebolla es cosa de cada quién. O el simple hecho de coger dos estados, encendido o apagado, 0 o 1 y crear un sistema algebraico con ello, con la consecuencia de la construcción de sistemas computacionales más complejos. La ciencia se debe regir por principios no limitantes que es lo que en su día se hacía, hoy en día la idea de independencia moral y ética no existe; que conlleva a encorsetar la propia ciencia, por miedo a que no ayude a intereses gubernamentales o al propio control del propio estatus quo.  Hoy vivimos en un mundo Huxleyano , un mundo donde la tecnología y la propia ciencia son agentes reguladores y restrictivos del propio vulgo, cierto es que nadie te impide ser un genio matemático o un ingeniero experto en filosofía, es más, vivimos en la época de la información y desinformación por igual, tenemos la biblioteca de alejandría en la palma de la mano, el sueño de muchos genios antiguos, pero que hace la mayoría de los humanos, sino es perder la mayoría de su tiempo en un edonismo digital absurdo, en el ocio sin sentido; solo por asesinar al propio tiempo. Te levantas por las mañanas pensando en todo lo que debes hacer, trabajar para una sociedad que se devora y se crea así misma por el mero hecho de que si no lo haces, te ves avocado a la hambruna, a la manutención si tienes suerte de familiares o amigos. Terminas de trabajar como buena hormiga y después del trabajo quieres relajarte, no entender como se desarrolla el conocimiento, ni entender un teorema de álgebra lineal, ni tampoco como funciona y entender un agujero negro. Tampoco culpo a esas personas sino quiero recalcar que vives para sobrevivir, ni más ni menos, eres un engranaje sin importancia y redundante que sueña con el fin de semana para poder tener un respiro, la necesidad de salir de esta maquina que sigue fabricando, construyendo una sociedad expansionista y caníbal. Luego hay otro tipo de hormiga, que es la que tiene curiosidad e investiga lo poco que puede y de ese poco lo estudia de forma mecanicista, siguiendo los pasos académicos. Esa hormiga, si es un estudiante aún, tendrá la esperanza de tener un puesto mejor en la colonia, pues esa es la realidad, que eres una hormiga obediente, en realidad somos hormigas obedientes; amargadas eso si porque sabemos que somos eso, pero la gente que no lo sabe es mas feliz que nosotros, tú y yo. Mira, ahora quiero hablar sobre el curioso que no quiere esforzarse, que por desgracia es la mayoría de gente que quiere saber pero no quiere hacer esos procesos mentales que llevan a ese conocimiento. 

A mi me preguntan siempre como pueden saber tantas cosas como yo, pero no tengo una respuesta ya que es simple asimilación, en cuestión de datos, tales como, kurdos están por medio oriente, o filosofos que hablen sobre la muerte desde una perspectiva platónica, a mi sinceramente me da igual saber esos datos, pues solo te sirven para convertirse en el tipíco intelectualoide reperente que va lanzando datos, cree que sabe con profundidad lo que lanza, pero lo gracioso es verle con la cara roja y enfadado siendo  interrogado por la mayéutica, o preguntar por preguntar, "sabes que Grace Hooper creó un lenguaje de programación para el Apollo?" dice la persona con risa socarrona "y que es un lenguaje de programación y por qué no le servían los lenguajes anteriores, como el lenguaje interactúa con el equipo del transbordador " preguntaba la persona harta de los intelectuales de exposición. Saber no es comprender, yo se que hay un sol supuestamente, pero no comprendo como funciona, el saber no es mas que la ilusión del cono-cimiento. 

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