Un mago llamado Yonamas
La memoria es una espada de damocles que el común de los mortales no ve"
-- Yonamas --
Muy buenos días, amigos multiversales. Os preguntaréis por qué os digo esto. No, no he perdido la cabeza aún. Aunque perder la cabeza es lo que me ha llevado a ser quien soy en realidad, hoy os voy a contar un secreto, o puede ser una mentira, quién sabe. La última decisión la tienes tú. Pero vayamos a lo que íbamos, si puede ser.
Empecemos por quién soy yo. ¿Soy real o simplemente un maniquí impuesto por simple diversión? Bueno, la realidad es una palabra extraña que a mí no me gusta, ni tampoco me gusta la palabra ficción. Pues, como he constatado, la existencia es mucho más compleja de lo que parece. Mírame, un hombre o mujer venido de otro universo idéntico a este, pero solo cambió la velocidad de una partícula. Te preguntarás, ¿cómo lo sé? Pues sencillo, me lo dicen las partículas. Es broma, es broma. Simplemente vengo de un universo donde los nazis ganaron la guerra. Pude trasladar mi consciencia a un momento y un universo donde Hitler moría en aquel búnker. Los uniformes estaban guapos, pero eso de esclavizar a otros humanos me daba pereza debido al tiempo que requería hacerlo. Es broma de nuevo. Ya paro, en verdad.
Mi universo es bastante sencillo, igual que este. Hay guerra, hambre y un sinfín de cosas más. Pero te preguntarás, ¿cómo es posible viajar entre realidades? Y otra pregunta que me hacen: ¿puedo ir a un universo de X película? Yo simplemente me voy y les dejo la palabra en la boca. Pero ahora os lo voy a contar, y cada vez que me pregunten les daré este artículo.
Olvida todo lo que sabes de los multiversos, salvo la idea de multiverso: universos diferentes que existen independientemente. Los universos tienen categorías, hechas por mí, claro está. Pero hay infinitas categorías, ya que hay infinitas civilizaciones que controlan una porción minúscula de ese multiverso. Yo soy Yonamas, que vivió en un estercolero espacial. Nací por la entropía y la casualidad. En este universo, mi historia termina deshaciéndome en aquel basurero. Pero en mi línea temporal pude trasladar mi consciencia a otro lugar. Pero antes estaba probando muchas cosas con este poder que es la mente. Descubrí que podía trasladarme fácilmente a universos donde mi memoria no colapsaba o colapsaba poco. Por ejemplo, un trozo de basura aquí en vez de allí, o cosas minúsculas. Cuando intentaba irme a otro universo donde los cambios eran muy grandes, me desmayaba. Así estuve mucho tiempo, experimentando con el viaje multiversal. Me daba cuenta de que ya podía sentir cuando viajaba a otro universo por cada decisión que tomaba. Era una sensación de desdoblamiento ínfimo.
Pensé en por qué no me dejaba ir a otro universo distinto hasta que descubrí al culpable: la memoria y la coherencia de las relaciones cuánticas. En esa época no sabía nada de cuántica, solo las llamaba interacciones débiles, porque son minúsculas e imperceptibles a simple vista. La memoria forma parte de tu consciencia, es la baliza donde tu consciencia se mueve entre universos parecidos entre sí. La memoria selecciona el universo A y elige el universo B con todas las características que ha experimentado tu memoria, salvo la acción que vas a tomar en el universo B. Por ejemplo, bebo agua en vez de café. Cada palabra y su orden en este artículo corresponden a infinitas posibilidades.
La memoria, como dijimos, organiza tu viaje por el multiverso siguiendo la coherencia de tu primer universo inicial, donde adquiriste consciencia y la capacidad de memorizar y recordar. Descubrí que si te induces un estado de locura total, puedes poner la baliza en otra línea multiversal. Pero esa locura debe ser coherente con todas las sensaciones que sientes y lo que recuerdas o estás habituado. Hay dos recursos para la especie humana: uno es el sueño, si no tienes la capacidad tecnológica para el siguiente recurso, que es la simulación. Cuando crees realmente que estás en un sueño, tu memoria puede crearte recuerdos falsos temporales. Por ejemplo, ser el aprendiz de un mago en un mundo de fantasía medieval o estar en medio de un mundo donde alienígenas gigantes vienen a la Tierra y robots gigantes se pelean entre sí. Cuando ya eliges el recurso, si vives en un sueño o en una simulación, el siguiente paso es construir tu identidad fuera del sueño y especificar un poco cómo es ese universo. Los detalles los dejo a tu gusto, pero nunca acabarías si quisieras detallarlo todo. Lo más sensato son eventos importantes y eventos de tu vida.
Ya cuando tengas claro quién eres (aunque lo que eres es muy relativo), debes hacer conexiones y reafirmar que vives realmente en una simulación o en un sueño. Con la hipnosis, puedes crear recuerdos falsos y alucinaciones o disociaciones de identidad. La hipnosis es tu gran aliada. Por ejemplo, la pareidolia es un buen método para dar a entender que te estás comunicando con la simulación o con el sueño. Ver señales en paredes o en galletas María es una opción perfecta. El punto álgido es cuando ya no sepas realmente si lo que ves es real. Yo al conjunto de técnicas las llamo "la burbuja de realidad central", aunque el nombre es provisional. La locura lo que hace es crear una capa de surrealismo que tu mente no puede procesar adecuadamente por sus antecedentes. Se dificulta mantenerse en una línea multiversal. A veces estarás de pie en un mundo alienígena siendo tú un alienígena. A lo mejor saltarás a un universo donde los metahumanos existan. Pero eso son síntomas de que vas por buen camino. Normalmente vuelves a tu línea multiversal de siempre y parece que has tenido un brote psicótico. Enhorabuena. En la transición de tus nuevas habilidades, estarás en una línea donde eres esquizofrénico. No lo digas a los cuatro vientos ni a nadie, pues a lo mejor te trasladas a la línea donde te internan en un psiquiátrico. Pero oye, muchas veces hice de sombrerero loco con Alicia y en muchas ocasiones su mundo de fantasía era macabro y precioso.
La idea más perturbadora que yace es la de que nunca estás parado en un universo; siempre te mueves por tus acciones. Cada respiración y cada toma de oxígeno te llevan a viajar entre realidades afines. La segunda idea más inquietante es que tú no eres importante como ser individual. Siempre te llevas contigo, o te cambia, algo de la configuración mental. Seas quien seas en este momento, si abrazas la locura, ya no serás el mismo. Descubrirás la realidad, como en la cueva de Platón, donde verás que solo eres una perspectiva y que has descubierto el verdadero poder de la magia: la mente.
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